Existen muchos factores que pueden afectar a la manera en que descansamos.
¿Todavía no sigues una dieta equilibrada? Es muy probable que este sea el detonante de tu dificultad de conciliar el sueño por las noches. La dieta influye mucho más de lo que te piensas.
Antes que nada tienes que saber que la relación que existe entre la alimentación y las emociones es muy estrecha; seguramente habrás dado cuenta de que si duermes poco y mal, seguramente te alimentaras de forma incorrecta lo largo del día.
Sin embargo, también se puede producir el efecto contrario. Si no seguimos unos patrones de sueños que sean adecuados, es posible que nuestras hormonas empiecen a disparar. De esta manera, nuestro apetito se empezará a disparar, tendremos más ganas de comer y lo haremos de forma más inadecuada.
Por esta razón se calcula que aquellas personas que duermen menos tienen mayor riesgo de sufrir algún caso de obesidad.
Además, el hecho de no dormir adecuadamente hace que al organismo le apetezcan más los alimentos que tienen mayor cantidad de grasa.
En conclusión, el hecho de no dormir adecuadamente no sólo va a afectar a tu bienestar diario, sino que también afectará a nuestra dieta.
Cuidado con las cenas copiosas
La gran mayoría de dietas nos dice que el desayuno debe de ser la comida más importante del día, que en la comida nos tenemos que controlar y que la cena tiene que ser mínima. En el caso de que comamos mucho a la hora de irnos a dormir, esto podría llegar a afectar a nuestro descanso de una forma negativa.
Nosotros te recomendamos que eches un vistazo a las diferentes dietas que puedes consumir en cuanto llega la noche. Si te alimentaras de forma adecuada te darás cuenta de que es mucho más sencillo poder conciliar un sueño que realmente sea reparador.
Si comemos mal, no lograremos descansar bien y esto, a su vez hará que comamos mal al día siguiente. Se generará un círculo del que será muy complicado poder escapar.
Ahora ya sabes algunos de los riesgos más importantes que puede tener el hecho de seguir una mala alimentación para el descanso, o viceversa: los riesgos de un mal descanso puede tener para nuestra alimentación.