¿Hasta qué punto influye la almohada en tu descanso? Cuando pensamos en nuestra habitación, en lo primero en lo que nos solemos centrar es en la selección de un buen colchón que nos pueda ofrecer un sueño de calidad… sin embargo, cometemos el error de elegir casi la primera almohada que nos encontramos.
Algunos estudios realizados por científicos muy respetados (como el que realizó la doctora Ana Krieger del “Center for Sleep Machine” en la ciudad de Nueva York), concluyó que la diferencia de tan solo un centímetro de más entre la cama y tu cuello podría llegar a desencadenar trastornos del sueño importantes.
Y es que la almohada es mucho más que un mero accesorio decorativo: nos ayuda a adoptar la postura perfecta para conseguir la comodidad que nos hace falta en la cama. Además, siempre tenemos que considerar la posición de nuestra espalda, de nuestro cuello, y la elevación de la almohada para poder determinar cuál se ajusta mejor a lo que necesitamos.
El culpable de los principales trastornos del sueño: La almohada
Antes de elegir una almohada, los expertos aseguran que deberíamos de probar entre varios modelos. Y esto tiene su razón de ser porque, al fin y al cabo, cada persona tiene necesidades diferentes; es posible que una almohada que pueda ser buena para una persona, no lo sea para otra.
Es por ello por lo que, cuando vamos en busca de una a un establecimiento o a una tienda online, existen muchos modelos a elegir. Por ejemplo, podemos comprar almohadas online en diferentes tamaños, materiales de confección, estilos y, sobre todo, en un amplio intervalo de precios para adaptarse a lo que el usuario necesita.
Un factor que puede interferir en nuestro descanso es la temperatura, sobre todo cuando esta es demasiado elevada. Las almohadas que han sido fabricadas con materiales naturales suelen ser la mejor opción; servirán para que estemos frescos durante toda la noche, y no nos tengamos que despertar cada cierto tiempo. Existen estudios en dónde se analizan los problemas que podemos tener de rendimiento si tan solo nos despertamos una vez por la noche… pues imagínate hacerlo de manera habitual.
Por último, también conviene analizar el factor de la duración; algunas personas tienen sus almohadas mucho tiempo, tanto, que ya no se recomiendan utilizarlas. Si las almohadas han sido fabricadas con tejidos sintéticos, tan solo se podrán utilizar 2 años, 3 como mucho. Sin embargo, si nos decantamos por las almohadas de plumas, aunque son más caras, también tienen una duración mayor al llegar hasta a los 5 o, incluso, a los 6 años, siempre conservando la máxima comodidad y calidad de la que hacen gala.
Ahora ya conoces como un elemento que parece tan simple, puede ser el causante de que nuestro rendimiento en el día a día no sea el que esperamos.